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La carretera


Título original: The Road

Dirección: John Hillcoat

Año: 2009

País: Estados Unidos

Duración: 112 min.

Guion: Joe Penhall (Novela: Cormac McCarthy)

Música: Nick Cave, Warren Ellis

Fotografía: Javier Aguirresarobe

Reparto: Viggo Mortensen, Kodi Smit-McPhee, Charlize Theron, Robert Duvall, Guy Pearce,Molly Parker, Michael Kenneth Williams, Garret Dillahunt

Productora: Dimension Films / 2929 Productions

Género: Drama Supervivencia.

Sinopsis: El planeta ha sido arrasado por un misterioso cataclismo y, en medio de la desolación, un padre y su hijo se dirigen hacia la costa en busca de un lugar seguro donde asentarse. Durante el viaje se cruzarán con otros supervivientes: unos se han vuelto locos, otros se han convertido en caníbales. Adaptación de una novela de Cormac McCarthy, autor de "No es país para viejos".


PELICULA ;)


La Tierra ha sido completamente devastada por un misterioso cataclismo. Donde antes había ríos, flores, animales o hermosas ciudades, ahora sólo queda ceniza. En este escenario se mueven un padre y su hijo, empujando un carrito de la compra donde llevan todo lo que consiguen rapiñar para seguir con vida. Es una marcha penosa, constante pero lenta, que les lleva al océano, donde esperan encontrar un lugar seguro en el que resguardarse del incesante e implacable frío, y de los otros supervivientes, que superados por el dramatismo de la supervivencia, se han visto arrastrados a la locura. Una imagen vale más que mil palabras. Esta ley universal no escapa a su propia condición, y es por ello que tiene excepciones. Una de ellas es Cormac McCarthy, un escritor de narrativa escueta, pero no por ello carente de recursos Auténtico maestro de la sugestión, sorprende ver cómo consigue contar tanto con tan poco (¿se puede sacar más partido de la palabra “vale”?), y su especialidad es crear de la nada imágenes claras, potentes y con infinitas lecturas diferentes. Es por ello que el encargado de llevar a la gran pantalla alguna de sus obras se halla ante un reto colosal... y muy seguramente ante un escollo insalvable. Un desafío sólo apto para los más valientes (como lo son dos inseparables hermanos de Minnesota, por ejemplo), aunque tampoco sería la primera vez que un director apenas conocido por el gran público y proveniente de las antípodas nos conquistara adaptando literatura de alto nivel. Podría chocar el que el texto de ‘La carretera’ (ganador ni más ni menos que del Premio Pulitzer en el año 2007) haya recaído en el desconocido John Hillcoat. Pero todo empieza a esclarecerse viendo su ópera prima. Con ‘La propuesta’, irregular pero interesante y personalísimo western australiano, el cineasta nacido en Queensland ofrecía una visión desgarrada sobre los orígenes de su querida patria. Acercándose al Congo belga retratado por Joseph Conrad, situaba al espectador en un panorama desolador y brutal. Las -áridas- tinieblas estaban allí donde las ambiciones adoctrinadoras occidentales no habían podido llegar, o directamente donde sólo habían sido capaces de legar lo peor de sí mismas. Un paso más allá encontramos el relato de McCarthy, donde se sitúa el infierno en un paisaje post-apocalíptico. La escasa -por no decir inexistente- información sobre el cataclismo sirve no sólo para reflejar el temor y la incertidumbre del hombre contemporáneo hacia el futuro, sino también para darle absoluta importancia a la situación “presente”. Un desierto interminable de cenizas donde la vida ha perdido cualquier sustento, donde la muerte no es el peor de los destinos, donde la carrera por la supervivencia ha conseguido que la razón, la piedad y la solidaridad sean sólo pálidos recuerdos de un pasado todavía cercano, pero ya con carácter de viejo cuento de hadas. Todo este horror está plasmado a la perfección en la novela de McCarthy, y lo mismo puede decirse de su versión cinematográfica, en la que se resaltan las pinceladas de fantástico, terror, western y -cómo no- road movie. En efecto, el mejor cumplido al que podía aspirar el filme era el de hacer justicia a la excelente base literaria... y a fe que lo ha conseguido. Ya en lo estético planteaba la historia serias dificultades. El aclamado escritor norteamericano hacía un flaco favor al séptimo arte proponiendo un universo sumido en la oscuridad. Hillcoat lo soluciona con una genial escenografía, arrojando un poco de luz grisácea, pero tan sólo la justa para alumbrar las tesis hobbesianas del libro. En un mundo en el que sólo queda en pie el hombre, salta a la vista que su mayor peligro es él mismo. Así queda latente en aquella tenebrosa mansión y su sótano (una de las escenas más terroríficas de la temporada); así queda latente en todos los encuentros del Padre y el Hijo con cualquier otra persona. Padre e Hijo; Hombre y Niño... la ausencia de nombres da un carácter universal a los personajes, a la vez que delata de nuevo las intenciones de configurar una radiografía ultra-pesimista de los instintos más bajos del ser humano (otra vez, la catástrofe es la excusa perfecta para desnudarnos). Cada página de la novela transmitía este desasosiego y fatalismo, y de nuevo, afortunadamente lo mismo puede decirse de cada fotograma de ‘La carretera’. Ponen cara a estas distintas facetas del espíritu humano un elenco de actores sobradamente conocidos (algunos más reconocibles que otros), todos ellos fantásticos, en especial la pareja protagonista. Al descubrimiento de Kodi Smit-McPhee se suma el mejor trabajo hasta la fecha de Viggo Mortensen. Conmueve e irradia veracidad la encarnación del Padre, último hombre bueno sobre la faz de la Tierra, que hará todo lo que sea necesario para proteger la pureza y la bondad del Hijo, ya sea por amor, por deber, o por esperanza. Esta motivación, al igual que muchos otros aspectos, no acaba de quedar del todo clara, pero precisamente esto es lo que hacen los grandes escritores: dejar espacio al lector para que en una sola historia quepan diferentes interpretaciones. La adaptación de John Hillcoat, como gran película que es, también deja este huequecito sagrado para que el espectador extraiga sus propias conclusiones. He aquí pues una cinta que ha entendido y ha respetado el excelente material en el que se basa. He aquí una historia que remueve las entrañas; un clásico instantáneo del género... una película con mucho “fuego”.

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