Palabras encadenadas
- Laura Mañá / 2003 / España
- 17 sept 2015
- 2 Min. de lectura

Título original: Palabras encadenadas
Año: 2003
Duración: 89 min.
País: España
Director: Laura Mañá
Guión: Fernando de Felipe (Obra: Jordi Galcerán)
Música: Francesc Gener
Fotografía: Xavier Jiménez
Reparto: Darío Grandinetti, Goya Toledo, Fernando Guillén, Eric Bonicatto, Blanca Apilánez
Género: Thriller | Crimen. Thriller psicológico
Sinopsis: Encerrada en un oscuro sótano, Laura, una psiquiatra, contempla aterrorizada un vídeo en el que un hombre confiesa ante la cámara ser un asesino en serie. Es Ramón, un tipo aparentemente normal e inofensivo. Amordazada y atada en una silla, Laura reconoce en él al que fue su marido durante dos años. Ramón le propone jugar a las palabras encadenadas. Si él gana, le dejará marcharse; si pierde, le sacará un ojo. Presa del pánico, Laura acepta. Así empieza esta historia de persecución, donde las reglas del juego cambian constantemente y no se sabe quien persigue y quien es perseguido. La historia de dos personas que buscan la verdad. Pero la verdad aparece mezclada con mentiras y recuerdos de unos hechos crueles de dos personajes dispuestos a jugar hasta el límite
Comentario: Por David García
Palabras encadenadas es el segundo trabajo como directora de la también actriz Laura Mañá, tras Sexo por compasión, en la adaptación de una obra teatral del mismo nombre.
La película tiene dos tonos de narración: el mejor es cuando el film se convierte en película de asesino en serie, gracias a la excelente interpretación de Darío Grandinetti (como cuando confiesa sus crímenes a la cámara o se muestra más amenazador con su secuestrada), no resulta tan conseguido sin embargo, cuando la película pasa a ofrecer el juego del gato y el ratón entre secuestrador y secuestrada, en buena parte por la discreta actuación de Goya Toledo, que no logra imprimir a su personaje la ambigüedad exigida (con una peluca que “canta” más que Plácido Domingo). Quizá si la directora hubiera introducido una mayor tensión sexual entre los protagonistas, el juego psicológico hubiese quedado más logrado. Pese a todo hay que reconocer que ha sabido crear una atmósfera turbulenta, ayudada por el excelente director de fotografía Xavi Giménez, especializado en crear atmósferas turbias
También están bien hilvanadas entre sí las partes del sótano y la comisaría, que se van entrelazando para seguir la narración de los hechos, quizás en una película como esta sobra la banda sonora, cuando se opta por un estilo seco, como es esta ocasión, es más apropiado una banda sonora inexistente o poco perceptible, no tan presente como está en el film.
Posiblemente, si se hubiese seguido la senda de película retrato de un asesino, aún traicionando la obra original, se hubiera logrado algo más inquietante, pero esto es una apreciación personal.
De lo que no cabe duda es de que nos encontramos ante una película interesante, mucho mejor que muchos de los thrillers norteamericanos que tenemos que soportar por aquí, pero claro, como en esta sale Grandinetti en vez de Kevin Bacon y Goya Toledo en lugar de Charlize Theron, pues la mayoría no irá a verla, faltaría más.
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